Hallan pirámide en Michoacán - En busca de un lugar para cultivar aguacate, José Humberto Téllez y Apolinar Piceno Guillén se toparon con una pirámide cubierta de maleza, en un predio ubicado en el municipio de Ario de Rosales, en Michoacán.
Después de retirar la hierba de una parte del monumento, lo fotografiaron y acudieron al Centro INAH Michoacán para dar a conocer el hallazgo. Al acudir al lugar, en la comunidad de Tipitarillo, el arqueólogo Roberto González Zúñiga observó las imágenes y pudo corroborar que se trataba de una yácata (basamento de forma rectangular que combina elementos semicirculares).
Tras hacer un recorrido por el área, el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) ratificó la existencia de una pirámide de base rectangular de cuatro metros de altura, y 14 metros de ancho por 20 de largo, la cual cuenta con seis cuerpos escalonados, y en buen estado de conservación.
El monumento podría haber sido parte de un centro ceremonial del periodo Clásico (300 y 850 d.C.), con posible influencia teotihuacana, informó el especialista, al añadir que en el sitio podría haber otros elementos que están en etapa de exploración.
"Por su tipo de construcción y sus materiales, la estructura hallada es muy similar a la de la pirámide de la Zona Arqueológica de Tingambato, cerca de Pátzcuaro, que tiene 35 metros de base y 9 metros de altura".
Añadió que esta yácata tuvo dos etapas constructivas, la más baja es la que tiene una mejor preservación, porque al parecer, en una etapa tardía la superior fue removida para desarrollar labores agrícolas. "En ese momento llegó a alcanzar los 25 metros de largo por 20 de ancho, y su altura pudo haber sido de seis o siete metros".
Si bien en el territorio que hoy ocupa Michoacán, en la época prehispánica se desarrolló la cultura purépecha, el arqueólogo González Zúñiga explicó que ahí también existieron otros grupos. "Hay regiones mazahuas, otomíes y nahuas, por lo que es difícil decir en este momento a cuál de estas culturas corresponde la estructura piramidal, pero por la ubicación regional podría afirmar que no es de origen purépecha".
"Lo primero que tenemos que hacer es el registro de las características principales del sitio mediante un recorrido sistemático, y plantear un proyecto para una investigación posterior", puntualizó.
González Zúñiga expresó que ya había conocimiento de este sitio —que abarca entre 12 y 15 hectáreas— desde 2004, cuando autoridades municipales comenzaron a hacer recorridos para localizar zonas de posible potencial ecoturístico, y fue a finales de junio cuando el propietario de la huerta, Ignacio Zamudio Verduzco, quiso limpiar el terreno de una pequeña loma para plantar aguacate, y los muchachos que le ayudaron se dieron cuenta de la existencia de esta pirámide escalonada.
Por su parte, la arquitecta María Lizbeth Aguilera Garibay, directora del Centro INAH Michoacán, dijo que se ha solicitado el apoyo a la Coordinación Nacional de Arqueología, concretamente al área de Salvamento Arqueológico, para realizar el registro del área mediante el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y determinar con precisión su dimensión, además de una descripción gráfica con la que quede plenamente identificado el sitio". Concluyó que actualmente se realiza un proceso de revisión un mapa arqueológico de Michoacán, editado hace algunos años con información de las seis zonas abiertas al público, y en el que se incluirá la de otras que aún no lo es están. Para ello se trabaja en colaboración con el gobierno del estado y autoridades municipales. (source INAH)
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Dulce Leonor Fonseca Pérez
C.I 21085969
EES
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